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En el marco del curso anual «EL JUEGO Y LOS JUEGOS» que dicta la Prof. Inés Moreno los días lunes en el estudio, el grupo de profesionales que participa ha generado una red de intercambios y producciones durante el transcurso de la semana, más allá de la clase. La idea es tener la «llamita» del juego encendida…a partir de estímulos diferentes y lograr ampliar la matriz lúdica que cada adulto contiene. En este caso, compartimos la producción que han realizado algunos de los integrantes del grupo a partir de un juego (Bingo Musical).

JUEGO: Bingo Musical
AUTOR: HUGO MAFFI

Descripción del Juego

Cada jugador recibió un cartón dividido en 9 casilleros donde en cada uno figuraba el nombre de un ritmo musical.
En un CD estaban grabados los ritmos musicales incluidos en los cartones distribuidos entre los jugadores.
Los ritmos incluidos en el CD y en los cartones de los jugadores fueron:
Carnavalito, Chacarera, Chamamé, Chamarrita, Cueca, Rock, Salsa, Milonga, Pasodoble, Polca, Ranchera, Ritmo Judío, Ritmo Árabe, Rumba, Merengue, Tango Electrónico, Tango, Takirari, Tarantela, Vals, Zamba, Jota Aragonesa.

Cada jugador debía identificar el ritmo que se estaba escuchando, y verificar si lo tenía en su cartón.
A su turno cada jugador fue sacando un número de una caja.
A continuación se escuchaba la pista del CD correspondiente al número elegido.
Luego de escuchar cada ritmo, se le pedía a los jugadores que dijeran una palabra que les sugiriera el ritmo que acababan de escuchar.
Con las palabras que iban surgiendo luego de escuchar cada tema se iba confeccionando una lista.
El jugador que primero completó su cartón identificando los ritmos que se pasaron resultó el ganador.
Se invitó a los jugadores a utilizar las palabras que surgieron durante el transcurso del juego en oraciones, cuentos, canciones, acrósticos, dibujos, frases, grafittis, etc, etc, etc.

A continuación la lista de palabras que surgieron de los ritmos escuchados:

  • Tronco
  • Seducción
  • Intriga
  • Suspenso
  • Misterio
  • Amenaza
  • Playa
  • Bandoneón
  • Torero
  • Patio de tierra
  • No
  • Compadrito
  • Fiesta
  • Pizza
  • 15 años
  • Corrientes
  • Vino
  • Pañuelo
  • Puna
  • Odalisca
  • Maraca
  • Embudo

CUENTO – RELATO
AUTORA: LINA MÓLLICA

Debería haber sido torero, pero un error en la base de datos cósmica, lo hizo nacer en una casa con patio de tierra rodeado de troncos clavados a pique, apenas desbastados,  en Corrientes, bien a la derecha del mapa, donde no había ni suspenso ni intriga, sólo una vaga amenaza, cuyo origen no era un misterio.

Había que mantenerse lejos del embudo.  Se tragaba los mejores hombres, compadritos a la hora de medirse con otros semejantes, pero llenos de temor ante la seducción que ejercía el hueco negro.

Esa atracción se debía sobre todo a vagos ecos musicales.  No se ponían de acuerdo: no era fácil superar el miedo de acercarse.  Unas veces sonaba a fiesta de pitos y maracas, otra a tristeza debandoneón.

La única forma de superar la intriga era dejarse atrapar por el embudo y desaparecer del pueblo.  Pero nadie había vuelto para contar de qué se trataba el asunto.

Él, cuyo coraje estaba dormido en el más secreto fondo de su ser, se animó una noche.

Digámoslo: se ayudó con un buen vaso de vino casero, pero el caso es que pertrechado con varias porciones de pizza envueltas en un pañuelo con nudos, cruzó el umbral de la amenazante boca.

Tenía en la mente un sueño de odaliscas, o de suaves bailarinas de hula en una playa del pacífico , pero en cambio, luego de precipitarse a ciegas,  dejó de oír lo que hubiera para deslizarse rápidamente por un sinfín que lo obligó a un culi-patín ciertamente poco digno.  Raspándo codos, rodillas y fundillos se encontró finalmente sobre el áspero terreno de una puna seca y árida.

Vagó 15 años. Alimentándose primero con la pizza fósil que guardaba el pañuelo,  terminó adquiriendo una notable habilidad en la obtención de una dieta severa pero suficiente.  Con una desconfianza alimentada por duras experiencias, por fin encontró un camino.

Y así fue que una mañana luminosa y florida regresó al patio de tierra de su infancia, y se transformó en leyenda… Casi, casi, como si hubiera sido torero.

Lina Móllica
21 junio 06

CUENTO – RELATO Todo Natural
AUTOR: HUGO MAFFI

Hugo Maffi 14/6/07

El manco Pereyra se había arrimado al rancho de la Lucrecia, cabarute pueblerino de mala muerte, a tomarse un VINO y comerse un cacho de PIZZA, con unos mangos que se había ganado cazando yacarés, en los esteros de CORRIENTES.

Ella “atendía” a los paisanos de la zona desde hacía más de 15 AÑOS, cuando cayó por los esteros del Iberá, después de mucho andar, desde su pueblito en la PUNA jujeña.

Estaba vieja y desaliñada, y ataviada de ODALISCA se contorneaba en un baile entre patético y torpe, envuelta en PAÑUELOS que alguna vez habían sido coloridos, mientras que un “MARACA”, Josecito, vestido de gitano le hacía de partenaire.

El manco Pereyra, era famoso en la zona por COMPADRITO y peleador.

Se contaban mil anécdotas que lo tenían como principal protagonista.

Que había perdido la mano en un duelo a cuchillo, que había matado a varios en una FIESTA, que no tenía ni familia ni amigos, que había sido TORERO en México, que a su SEDUCCIÓN no habían escapado ni domésticas ni patronas. Tantos QUE resultaban una INTRIGA difícil de resolver, y por sobre todo una AMENAZA.

Aquella tarde, mientras el sol hacía arder el PATIO DE TIERRA donde ni los perros andaban, el manco chupó y chupó hasta que empezó a reír sin control, a cantar en un idioma inentendible y finalmente a insultar a Josecito.

– “Puto de mierda” le gritó una y otra vez entre carcajadas descontroladas y frases ininteligibles.

NO tuvo respuesta a sus agravios, que iban in crescendo, ante la indiferencia del destinatario, acostumbrado y resignado a este tipo de situaciones.

Se hizo de noche y el manco se fue como pudo, dando tumbos, hasta perderse en la espesura del monte.

3 tiros secos, y un grito de dolor que se iba apagando lentamente se escucharon en la noche cerrada. Luego, el silencio volvió a cubrirlo todo.

Un cuerpo apareció sobre un TRONCO que flotaba a la deriva arrastrado por una suave corriente, los remansos iban formando EMBUDOS que parecían jugar con todo lo que caía en ellos.

Dos pescadores que lo vieron lo acercaron a la PLAYA. Enseguida lo reconocieron. Era él.

Lo cargaron en un carro y lo llevaron hasta el destacamento policial del pueblo, donde el único oficial se dispuso a hacer el acta correspondiente.

Mientras tipeaba a dos dedos en la destartalada máquina de escibir, el sonido se mezclaba con el de un chamamé que a puro BANDONEÓN pasaban por la radio.

Escribió:

Nombre: Pereyra
Apodo: Manco
Causa de la muerte: Natural
Firmó e hizo firmar a los pescadores como testigos.
Luego les ordenó enterrarlo en el monte.

Desde aquel, día mil historias de SUSPENSO y MISTERIO se cuentan en los parajes del Iberá sobre el manco Pereyra, y dicen, dicen que dicen, que desde aquel día, nunca más nadie llamó puto a Josecito.

Hugo Maffi 14/6/07

CUENTO – RELATO
AUTORA: TATU RAMAT

La fiesta está atravesando su mejor momento. Sabes que es tiempo de actuar.

Mujeres por doquier…mucha competencia también, pero eso no te importa.

Acompañado por un buen vaso de vino, comenzàs a circular.

Sabes que la mirada es tu arma de seducción, así que bajas levemente el mentón, y dirigís una intensa mirada hacia un grupo de mujeres hermosas. Tu puntería falla, y empezàs a notar que un morocho medio maraca te empieza a sonreír. Asombrado por tu mala suerte, ponès cara de pocker y continuas tu camino. Cuando llegas al patio de la casa, empiezan a sonar los primeros acordes de la conocida “I will allways love you”. Pensas: “lentos…ideal”. Apoyas tu vaso en un rincón y te propones dejarte llevar por la música. Tus manos, tus pies y  tus caderas comienzan a dispersarse por el lugar sin ton ni son. Todo tu cuerpo se mueve oscilante, mientras haces grandes esfuerzos para recordar como zafaste el vals en los 15 de tu hermana.

En tu afán por llamar la atención de aquellas muchachas, terminas haciendo unos movimientos muy bizarros que de nada te sirven. Las miradas te lo dicen… sos un tronco bailando.

Pensas en utilizar el encanto que encuentran las mujeres en el personaje del “hombre misterioso”. En una de esas así tenes suerte. Miràs la hora, para ver cuanto tiempo tenès para caracterizarte, y te das cuenta de que no ves nada. Estàs borracho.

Lo dudas por un instante, pero sabes que es la mejor decisión de la noche. Te pones la campera, palpas el bolsillo derecho cerciorándote de la presencia de la billetera, y salis en busca de un taxi.

“Corrientes y Esmeralda”, indicas. En el viaje empezas a sentir un poco de hambre, asi que decidís hacer escala en Las Cuartetas. Dos porciones de muzza… faina? Por supuesto. Terminas tu pizza, y te aventuras a cruzar la avenida, pero un amenazante bocinazo te hace demorar unos instantes más en la vereda. Por lo menos hasta que vuelva a cortar el semáforo.

Por fin llegas. Chiquito pero  muy atractivo. Ese lugar siempre tuvo su encanto.

Buscas un asiento y te deleitas con el paisaje… esas mujeres no seràn odaliscas, pero como saben mover la “pelvis”!!

CUENTO – RELATO
AUTORA: SILVIA KOHAN

Estaba en Corrientes y Anchorena, en el barrio del tango de Gardel.
Se me cayo un pañuelo con el viento.
Lo levanto y al levantar la vista, la veo
Una odalisca que  me ofrece un ambiente de seduccion.
Pienso que estoy soñando pero no.
Me guia con su  embrujo  por una calle oscura
Yo, soy el compadrito del barrio, como voy a dejarme llevar por ella
No.
Pero insiste y me genera mucha intriga, la sigo
Sigo sus pasos. Su perfume. Suspiro.
Abre la puerta, esta oscuro. la sigo
En el patio no habia nadie. La sigo
Que misterio!
Al pasar al cuarto ella dice
FELIZ CUMPLEAÑOS
Estaban todos mis amigos. Que sorpresa!
Se juntaron para agasajarme y todos disfrazados
El torero, el maraca, el perro. Nos pusimos a bailar
Pero soy un tronco. Comimos pizza, tomamos vino. Me acorde
Cuando se festejaban los l5 años. Que lindo!

CUENTO – RELATO:  O mistério do amor dos 15 anos
AUTORA:  Juliana Maximo Villas Boas

Cansado de ser o típico malandro carioca, pulando de bar em bar depois do trabalho, Antônio Carlos sentiu necessidade de retemperar sua alma na praia de Ipanema no alto da Pedra do Arpoador.Aproveitou para assistir o pôr-do-sol, que é um espetáculo à parte para os surfistas e banhistas da região. A festa do entardecer no alto dessa pedra é tão emocionante, que só faltavam maracas e fogos de artifício. Bom,voltando à estória do meu amigo Antônio Carlos. Ele se sentia vazio,triste,melancólico…
Estava embriagado,não se sabia se era de maresia ou de vinho. Ôpa, peraí, vinho?! Não, ele está em um país tropical, vinho não combina, ele estava embriagado era de tanta «loira gelada»! Mas enfim, isso não interessa.O importante é que, meu amigo Antônio Carlos andava muito nostálgico nos últimos dias. Algo tocou seu íntimo.
Antônio Carlos se deixou levar pelo som das ondas do mar quebrando sobre a pedra, pensou muito na sua vida, estava cansado e angustiado.Só tinha 33 anos, solteirão, um gato lindo, sarado como um toureiro. Apesar de seu porte, não era um homem do tipo «Bad Boy» (Compradito, como diziam, antigamente ,na Argentina) e, além dessas qualidades maravilhosas, era bem sucedido.Vivia no Leblon. Poderia ter todas as mulheres que quisesse, mas enjoou da brincadeira de : de manhã uma negra, de tarde uma morena e de noite uma loira.Naquele momento, tudo o que ele queria era reencontrar seu grande amor. Entre uma fatia de pizza e um gole de cerveja, pensou em reencontrá-la,mas como?! Já passaram 18 anos!
A noite dava seu ar da graça, a lua estampava o mar de prata…e lá estava Antônio Carlos. Algumas lágrimas ameaçavam escorrer de seus olhos, tirou seu lenço perfumado de sândalo do bolso de sua calça de linho para enxugá-las. Como tinha outras pessoas ali perto, não queria que o vissem chorando. É «toninho»…o amor te pegou!
Um mistério tomava conta do seu ser…exausto, adormeceu…
Em seu sonho,viu uma mulher com um quê de mistério e sedução. Dançava para ele como uma odalisca, essa visão o encheu de intriga e, um ar de suspense pairava no ar.
Despertou ofegante, tratou de se recompor, suava assustado,mas ao mesmo tempo fascinado por aquele sonho…desceu da pedra e voltou para seu loft no Leblon.
Os dias se passaram e , em sua vida algo mudou. Antônio Carlos sabia que aquela mulher não era um sonho, tinha algo familiar naquele olhar…era ela, Ângela, seu grande amor dos 15 anos. E que ele, precisava reencontrá-la.Quando de repente, sentiu o ritmo do tango tocar seu coração e o som do bandoneon percorrer suas veias.
O sol estava forte, Antônio Carlos sentou em um tronco de um flamboyant, na Lagoa Rodrigo de Freitas, a árvore estava bem florida, suas flores, de um vermelho vivo, inspirava paixão.
Decidiu partir o mais rápido possível à Buenos Aires, seu coração dizia que sua amada estaria lá.
Passeando pela Av. Corrientes, chegou ao bairro de San Telmo. Ali, havia um espetáculo de tango em plena praça. Uma mulher belíssima, de cabelos negros e olhos amendoados, chamava a atenção de Antônio Carlos. Ele se aproximou. Seu coração acelerou. Seus negros olhos se encheram de emoção,l á estava ela, bailando tango como uma rainha, Ângela, a mulher da sua vida, seu grande amor de 15 anos!