¿Por qué Juego para Coaching?

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Autora: Ana Sanguinetti
Escuela de Juego

La propuesta de esta charla es la de conversar sobre un par de relaciones y complementaciones entre estas dos prácticas: Juego y Coaching.

•  Una de ellas es la idea que tengo de que la formación en juego del Estudio Ines Moreno -EIM-, fuertemente focalizada en el desarrollo de la persona, es una formación complementaria a la formación de un coach (que antes que nada es persona).

Voy a identificar qué aspectos en común hay entre la formación del estudio ines moreno, y aquella que desarrollé en el ICP, donde me formé como Coach. Hablaré desde mi experiencia.

•  La otra idea que quiero abordar, mira la práctica de un coach. Mi hipótesis es que la capacidad o habilidad para desarrollar situaciones de juego nutre la praxis de un coach, y es un recurso que puede facilitar el acceso a las cosas que un coach quiere dar acceso durante su interacción de coaching.

Pero quizá deba comenzar diciendo algunas cosas acerca de esta nueva profesión. Algunas pocas que nos sirvan de contexto a la conversación sobre Coaching y Juego.

1. Yo no hago «coaching sobre vos». Coaching es «una relación» que facilita cambios. No hay cambio? No hubo coaching….

2. En esta relación hay un Jugador y uno que está fuera del juego. Es un observador. Pero quiero decir que es un observador diferente. Y en qué es diferente? Pongamos un ejemplo. Observemos el cielo en una noche estrellada. Qué vemos? La luna, Venus, la Cruz del Sur, Las tres Marias, el puñal, la via láctea, etc, etc. Qué ve un astrónomo? Un astrónomo ve alfa centauro, ve regulus , ve colores, ve distancias, ve órbitas, etc etc. Moraleja: no observamos con nuestros ojos, observamos con nuestras distinciones. De manera «automática» sólo observamos lo que hemos aprendido a distinguir. Un médico, en la palidez, puede observar anemia, nosotros observamos sólo palidez…los esquimales distinguen 50 tipos distintos de color blanco. Nosotros uno.

Entonces, un coach es un observador. Un observador diferente. Un observador con otras distinciones. Y estas distinciones que tiene un Coach, son distinciones EN EL LENGUAJE. Un coach tiene una escucha diferente. En qué es diferente? Veamos otro ejemplo: tengamos un pequeño diálogo. (pregunto) qué hora es? ….. (responden) . (digo tras una pausa) seguramente ustedes estarán pensando en este momento que tienen cosas mucho más importantes que hacer que estar escuchándome a mi a esta hora de la noche. Están cansados de que les vendan cosas… Yo misma estoy cansada de vender ilusiones… ,me pasa asi….. es más, creo que todo esto no tiene sentido y voy a dejar la charla en este momento…. Gracias por haberme brindado su tiempo. me doy vuelta y escribo en la pizarra FIN DEL EJEMPLO.

(Pregunto) qué observaron? (se abre un pequeño diálogo que servirá para mostrar esquemáticamente las distinciones: Pedido. Juicios. Declaraciones, futuro y Lenguaje es acción. )Entonces un coach es un observador diferente, con distinciones en el lenguaje. Observa las conversaciones, no sus contenidos sino su estructura.

Y esta distinción de Lenguaje es acción, resulta una interpretación muy potenciadora y habilitadora, para todas aquellas personas que , en sus proyectos, tienen que generar mucha acción. Particularmente acción sin precedentes. Es decir, innovación. Coaching es una herramienta de liderazgo. Para personas que por la característica de sus objetivos deben Crear más que Controlar.

Hasta aquí esta breve introducción de qué es coaching. No intenten explicarlo. O compararlo. No es una definición. Les he mostrado solo algunas distinciones. Hemos observado un fenómeno vulgar y corriente con una mirada diferente.

Ahora Por qué Juego para Coaching?

Volvamos a aquellas dos relaciones de las que quería hablar. Una decía que

•  El juego como práctica, puede asistir las intervenciones de un coach. En una relación de coaching, decíamos, hay un jugador y uno que está fuera del juego. Es un observador. Hay una persona con un proyecto y un objetivo, y alquien con quien mantendrá una relación que va a facilitarle cambios y desarrollo de posibilidades de intervención, de acción efectiva hacia el logro. Tal persona que tiene un objetivo, desarrolla un plan para alcanzarlo. Esto es normal. Y al tiempo, tenemos dos posibilidades: El objetivo se ha cumplido (y festejamos) o El objetivo no se ha cumplido.

Si esto último ocurre, podemos observar 3 posibilidades: Abandonamos el objetivo (si no vemos posibilidades de logro) Hacemos un nuevo plan de acciones (si vemos que aún hay posibilidades) O entramos en una conversación que la voy a llamar «la conversación de las explicaciones» (es difícil, fulano se equivocó,esto no es para mí, ellos tienen tales características, etc , etc, etc…) Esto es normal, y está bueno que así ocurra. Cuando tenemos problemas, reflexionamos e intentamos comprender y explicar lo que está sucediendo. Sin embargo, este relato, que es la «historia» que explica los hechos, NO SON los hechos. Aunque no tenemos mas remedio que vivirlo de esa manera. Pues como humanos , somos seres lenguajeantes. Y fluimos permanentemente en dos dominios de acción: – La praxis del vivir, la experiencia misma – Y la reflexión sobre la experiencia, que se dá en el lenguaje.

Y lo hacemos de tal manera que esos dos dominios o ámbitos de acción colapsan. Se confunden. Somos ciegos a este hecho. Bebemos una copa de vino y decimos.. qué rico! Como si rico fuera una propiedad de la cosa, como si rico perteneciera al vino, y no a nosotros. Es así, no está mal que sea así. Pero se abren muchas posibilidades en la vida, cuando nos permitimos hacer la distinción, distinguir que lo que vemos o percibimos, es sólo lo que vemos y percibimos, no lo que ES ni mucho menos todo lo que HAY. Y justamente ese es el punto de intervención de un coach: facilita el poder establecer una relación con el observador que SOY. Y entonces puedo elegir. Puedo cambiar el observador que soy. Acá es donde pienso que la práctica de juego que he estado aprendiendo a desarrollar en el EIM, puede asistir esta tarea del Coach:

a) Una observación diferente no te la puedo contar, te tiene que pasar. Una observación diferente de la cosa, es una relación diferente con la cosa. Y esto te tiene que pasar. Un coach debe facilitar que esto ocurra, tiene que dar acceso a esa posibilidad. Y el Juego es una práctica que afloja estructuras, mandatos, creencias; las pone en evidencia, las pone de manifiesto, me permite relacionarme con ellas – todas cosas que determinan fuertemente la manera en que observo-. Facilitar esta relación a través del juego, es facilitar la posibilidad de cambio. b) Al mismo tiempo, el Juego es una práctica donde lo que está en el centro es la Vivencia y la conexión con la Vivencia. El juego es un medio amable para ponerme en el lugar de «observar el observador que soy». Facilita el Observar mi SIEndO. Por eso veo afinidad entre esta práctica y la práctica de Coaching. Y creo que pueden complementarse.

Por último, y ya terminando, la otra relación que observo es aquella de

•  Antes que nada persona. La formación principal de un coach.

De qué manera la formación en juego del EIM comparte objetivos y complementa la formación de un coach.

En esto de ser un observador diferente, se juega una situación de poder, que tanto los códigos de ética del ejercicio de la profesion, como así también, la formación específica, académica, deben regular, evitar excesos o mala praxis, preservar, evitar, etc. Es este un punto muy delicado.

Coaching es algo que ocurre en el dominio del ser, producir un cambio de dejar de ver las cosas como problemas y explicaciones para pasar a ver opciones y posibilidades . Sin embargo, la vida no se simplifica en una visión pragmática que esquematice donde están tus compromisos como observador y para qué estas haciendo lo que hacés. Un coach no debe nunca dejar de ver el Misterio que el otro ES. Un coach debe coachear desde una cabal conciencia de su limitación, y evitar definitivamente convertirse en una máquina que aplica fórmulas que nos garantizan ciertos resultados.

En la formación de coaching hablamos de Compasión. Y del amor, como la aceptación del otro, como un legítimo otro, en la convivencia. El otro trae siempre una interpretación del mundo y de las cosas, que es legítima desde su experiencia como otro. Un coach no debe caer en el abuso de establecer que sus propias interpretaciones tienen algo de superior sobre las interpretaciones de cualquier otro en cualquier situación. Es este un abuso muy común en la práctica. Que en definitiva, desdibuja la relación y en vez de empoderar, está creando un espacio muy chiquito para el otro.

El punto en el que veo que esta formación del EIM me aporta como coach, es su visión de la formación en juego como práctica humanizadora. Hay mucho coach-mandón, necesitamos más coaches-personas… Es necesario reforzar la vivencia del coach como uno más.