¿ABRIR O CERRAR LAS PUERTAS?

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Reportajes y Notas

¿Abrir o Cerrar Las Puertas?

El sábado 15 de mayo, en la sección comunidad se encuentra la columna, que ha pedido del diario, ha escrito la Profesora Inés Moreno sobre el tema Juego.

Transcribimos parte de la nota. «Abrir o cerrar las puertas? La pregunta está planteada a los adultos y hace referencia al juego. ¿Cuánto abrimos o cerramos la puerta del juego? Al hacerlo, ¿cuánta conciencia tenemos sobre los alcances de nuestra conducta sobre el desarrollo de los niños que están a nuestro cargo?

Jugar es cosa seria y fundamentalmente para los niños. Morder, tocar, mover, apilar, arrastrar son conductas que ponen en marcha los sentidos y la acción. El juego se constituye en el soporte para el desarrollo de la seguridad, la curiosidad, la confianza en sí mismo y en los otros. Descubre el mundo en el que debe insertarse: los roles, las responsabilidades, el lenguaje. Es a través del juego que comienza su proceso de socialización, siendo el principal protagonista.Jugar es salud. Cuando una persona juega, toda ella está en juego: sus pensamientos, emociones, habilidades.

Es en el juego donde también elabora sus frustraciones y encuentra caminos para sus pequeños o grandes problemas. Jugar es aprender. Mientras se juega ocurren infinidad de estímulos que requieren estrategias de pensamiento, aceptación  de reglas, reflexión y elaboración de alternativas. Jugar no es inocente. En la acción de jugar nos vamos construyendo como sujetos.

Por lo tanto no sólo es importante preguntarse si el niño juega, deberíamos agregar ¿con quién o con quiénes juega? ¿A qué juega? ¿Cuánto tiempo? Jugar es crear. Por eso no es necesario el despliegue de juguetes o elementos sofisticados. Propuestas simples, material de desecho, las propias ideas, son fuentes inagotables para encontrar nuevas formas de jugar.

Jugar es mucho más que entretenerse. Aquellos adultos que han redescubierto las posibilidades del juego en  sus tareas laborales y otras actividades tienen otra mirada sobre el papel del juego en la vida de los niños. Jugar no es perder el tiempo, es ganar vida. ¿Cuánto conocimiento, conciencia y convicción existe en nosotros, adultos, cuando abrimos o cerramos la puerta para jugar y crear»